Parece que aún falta mucho tiempo, pero las Navidades están ya a la vuelta de la esquina y antes de que nos queramos dar cuenta estaremos ya planificando las comuniones de nuestros hijos porque sabemos que se trata de una ocasión única en la vida de un niño y por eso le dedicamos tanto tiempo y cariño.
De cara a ir ofreciendo ideas creativas que os ayuden a elegir qué estilo queréis para la Primera Comunión de vuestro pequeño, hoy os traemos unas mesas dulces que realizamos hace meses para dos niñas mellizas encantadoras, tan iguales y tan diferentes a la vez que el proyecto fue una caja de sorpresas desde que nos llegó.
A pesar de haber nacido el mismo día, Sara y Anabel tienen gustos bien distintos: Anabel adora el mundo mágico de las sirenas y Sara la velocidad y la adrenalina del campo de juego. Sin embargo, su madre sabía que ambas soñaban con lo mismo, un rincón tematizado con sus gustos y aficiones en el que se sintieran protagonistas especiales.
Dicho y hecho. Después de obtener información precisa sobre cada una de ella, decidimos que la mesa de Anabel estuviera presidida por una enorme cola hecha de fieltro en tonos rosas y malvas, ya que todo el conjunto tenía que quedar suave y dulce como la homenajeada.
Para la superficie de la mesa jugamos con tonos azules y recreamos en fieltro las salpicaduras del agua.
Por supuesto todas las cajitas y elementos de la decoración jugaban con las mismas gamas de colores, y empleamos como fondo escamas y caracolas. El motivo principal era una preciosa sirenita que hicimos teniendo en cuenta las fotos que teníamos de Anabel.
Cuando nosotras montamos las mesas, nos gusta mucho jugar con las alturas y a las brochetas de chuche solemos sumar brochetas hechas con las chocolatinas personalizadas.
Justo en frente de la mesa de Anabel colocamos la mesa de Sara, de modo que cada una tuviese un sitio reservado.
Como Sara adora el futbol recurrimos a un trabajo que por mucho que nos solicitéis no nos cansamos de hacer: nuestra ya clásica mesa de fútbol.
Además, para las mesas en las que se sentarían los amiguitos de Anabel y Sara, mezclamos motivos de las dos decoraciones, alternando en las sillas camisetas de fútbol y colitas de sirena.
Una vez más, nos ha encantado poder trabajar en esta comunión y esperamos que tanto Sara como Anabel recuerden con cariño la sorpresa que les tenían preparada sus padres.